jueves, 3 de diciembre de 2009

ARTÍCULO DE OPINIÓN

¿Quién no ha visto algún día de insomnio a altas horas de la madrugada uno de esos famosos programas televisivos que salen en la mayoría de las cadenas ofreciendo una suma de dinero muy grande por contestar bien a las preguntas que ellos realizan? Sinceramente son pocas las veces que yo los he visto puesto que a mí el sueño no hay quien me lo quite, pero si que recuerdo una vez que estaba charlando con mi hermana hasta tarde frente a la chimenea viendo uno de esos programas. Recuerdo que como nadie llamada yo decidí hacerlo porque estaba segura de que el premio iba a ser mío. Por fortuna entré en antena y resolví la pregunta que me hizo la muchacha esa tan pesada, pero claro como hubiese sido relativamente fácil para mi llevarme los 30.000 € que me ofrecían, me dijeron que tenía que resolver otra pregunta de esas que si eres adivina puedes acertar y si no, no y claro como yo no lo soy pues por desgracia me quedé sin nada y encima con 20€ menos en el móvil. Está más claro que el agua que no es oro todo lo que reluce, pero tenía que intentarlo para así descubrirlo por mí misa. Nunca más he vuelto a hacerlo porque estaba segura de que era un fraude y de que era imposible poder llevarse el dinero que ofrecían. Para mi sorpresa mientras estaba desayunando y ojeando un poco el periódico me percaté del siguiente titular: «un call TV trata de evitar pagar un premio de 60.000€». ¡Un hombre de Barcelona había sido capaz de superar una de esas segundas pruebas imposibles, nada más y nada menos que acertar cuatro letras del abecedario que habían escritas dentro de un sobre! Me quedé boquiabierta para mí era increíble. Pues la muchacha esa tan pensada que se dedica toda la noche a provocarte para que llames le dijo que no las había dicho en el orden en el que estaban en el sobre, pero alma mía si eso es todo una hazaña. Le querían negar el premio, en vez de haberle hecho una fiesta a lo grande por lo conseguido o llevarlo a la televisión para que todo el mundo lo conociera y saliera en las noticias como: «el hombre que hizo algo casi imposible». En realidad yo tenía razón después de comprobarlo por mí misma cuando participé, son unos estafadores, sólo quieren ganar dinero a costa de todos y no repartir los premios tan justos como los de este hombre. En estos tiempos hay que andarse con buen ojo, ser más racionales y no ilusionarse con ganar dinero fácil porque lo que parece fácil es difícil.

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