miércoles, 11 de noviembre de 2009

MICRORRELATO


Era una mañana de principios de primavera en un enorme parque verde en el que había un gran lago de cristalinas aguas y gigantescos árboles. Entre l arbustos corrían pequeña y juguetonas ardillas que se dejaban ver de vez en cuando. Las aves entonaban diversos cánticos y volaban tan bajo que rozaban casi el suelo. Mientras paseaba, pensaba que todo aquello era maravilloso, que no había nada igual. Respirar ese aire tan puro era como estar en un sueño. Cuando parecía que nada se podía mejorar, que todo aquello era valioso por sí solo, observé a una pareja de ancianos que había sentada en un banco. Presté atención durante un buen rato a la conversación que mantenían. Entre otras cosas comentaban que a lo largo de su vida habían acumulado muchas experiencias que habían hecho que llegaran a lo que finalmente buscaban. Escuchar sus reflexiones sobre la vida fue una lección muy importante para mí, que incluso hizo que cambiara no sólo mi forma de pensar sino que también muchos aspectos de la mía. Vida, son tan sólo cuatro letras que parecen irse en cuatro segundos pero de la que podemos aprender cuatro mil y una cosas buenas o malas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario